lunes, 14 de abril de 2014

Ciberadicto


< Era el jugador más conocido. Todos me querían en su equipo porque los hacia ganar. Yo vivía frente al teclado. El sobrenombre que usaba, pensaba, me protegía  mi identidad y nunca nadie se iba a enterar de mi vicio. Mi padre me  era un completo desconocido, solo intercambiaba, a veces, el saludo. Jugaba de ocho am a ocho pm. Me dedicaba a matar monstruos y a la ciberguerra abriendo nuevas rutas para llegar a la base del enemigo. La cabina pública era el único lugar donde me sentía bien. Afuera en la calle me era más difícil vivir. En vez de tener problemas con papá me iba jugar, me era más fácil entenderme con los personajes de un video juego que con los humanos. Había una frase que me era común oírme: Una hora más al administrador de la cabina (era un sol más).
Yo salía de casa diciendo a mis padres que  iba a la universidad, pero me iba a algunas cabinas donde daban desayuno gratis, almuerzo gratis. Me refugiaba en el juego, creía que mi vida era  una mentira.  Cuando no jugaba quería destrozar todo en la casa, sobre todo, si me llamaban la atención. En la última fase de  ludopatía tenía cólico, hincones en la piel, sudaba. Game over : el juego ha terminado. Intenté suicidarme dos veces, la primera  tomé 96 pastillas: 78 sertralina y 18 topiramatos, sin embargo, me salvaron de vida. La segunda vez ahorcándome con alambre. Me salvaron mis padres.
Engorde, llegué a pesar113 kilos por comer chatarra en la cabina  Pensé ser adicto al crac porque sabía que estos eran delgados.
Estuve un mes en el hospital psiquiátrico Valdizán y ocho meses en rehabilitación en Ñaña.
Yo pensaba que tenia el control jugando pero no era así, no era así >
Datos:
Esta enfermedad se llama Adicto Clínico  a los videos juegos.  El centro del placer se encuentra en el cerebro, en el sistema límbico donde se produce el neurotransmisor: la dopamina que no diferencia una línea de cocaína  con  el placer por los videos juegos; La noradrenalina activa los sentidos; la serotonina es la llamada hormona de la felicidad.
Lo malo, cuando dicen estos pacientes que van a dejar los videos juegos, lo dejan por  otro vicio: la pornografía que, incluso, puede llevar a casa y ver toda la noche en la computadora  o la televisión de su cuarto. En 16 gigabytes de videos porno y fotos triple X entran en un par de USB.
Estos muchachos adictos generalmente viven en una casa donde el padre es toxicómano y la madre adicta a los tragamonedas.
Se hacen estudios para ubicar  el gen de la adición pero aún no se sabe.
Esos muchachos luego son vulnerables, primero, a la depresión y luego optan por el suicido
Los videos juegos pueden derrumbar una vida así como el alcohol y la cocaína.


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