Haz que, a través de mi y de tus hijos, tu amor penetre un poco en todos los ambientes, en todas las sociedades, en los sistemas económicos y políticos, en todas las leyes, en todos los contratos, en los reglamentos.
Haz que penetre en los despachos, las fábricas, los barrios, las casas, los cines, los bailes.
Haz que penetre en los corazones de los hombres y que yo jamás me olvide de que la lucha por un mundo mejor es una lucha de amor, al servicio del amor.
Ayúdame a amar, señor, a no malgastar mi torrente de amor, a amarme cada ves menos para amar cada ves más a los otros. Y que en torno mío nadie sufra o muera, por haberle robado yo el amor que a él le hacía falta para seguir viviendo.
¡Hijo
mío!: Jamás llegaras tú a poner bastante amor en el corazón del hombre y en el
mundo, pues el hombre y el mundo tienen hambre de un amor infinito y solo dios puede amar con un amor sin límites.
Pero
si tú lo quieres, hijo, yo te daré mi vida, tómala en ti, te doy mi corazón, os
lo doy a mis hijos.Ama con mi corazón, pequeño mío, y todos juntos saciareis al mundo y le salvareis
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