domingo, 14 de septiembre de 2014

Chichita para los soldados

En 1983 durante la Campaña de la Breña, el general peruano Andrés Avelino Cáceres tenía como meta ir de Tarma a Cajamarca para confrontar a Miguel Iglesias, a fin de seguir la guerra contra Chile. Decidió ir por la sierra, apurarse y ser precavido, pues las huestes chilenas le perseguían con dos días de retraso. Así enrumbó hacia Huánuco,  siguió por Aguamiro (hoy La Unión), cruzó el Callejón de Conchucos, San Marcos y llegó a Chavín de Huantar…Luego continuaría su camino al norte…

[Hasta aquí está documentado pero lo que sigue es una hipótesis por el hallazgo  de restos de cadáveres que desde 2009 han sido desenterrados: 32 restos humanos…”Los restos no tienen cajones, envolturas ni ropa. Pero en varios de ellos, botones de metal corroídos a la altura de  las rodillas como si fueran de botas. También estos botones están cerca de la cintura. Pudieron formar parte de cinturones o pantalones…”He aquí la hipótesis:]

Antes de partir de Chavín, Cáceres le dio pólvora a una mujer que vendía chicha con el fin de que la echara en la bebida y envenenaría a las huestes chilenas que lo seguían. Ella así lo habría hecho. Es más, a pedido de éstos últimos, ella habría tomado la chicha y se la habría hecho tomar a sus hijos (también se encontraron restos de un mujer y niños). Finalmente, por ello, tanto la mujer y su familia como una treintena de soldados chilenos habrían muerto.

El Comercio Lima/30/0ct/2011

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