viernes, 5 de septiembre de 2014

El chivo

Un inusual entierro se lleva a cabo en la ciudad de Santa María. El hijo menor de los Malabia hace los arreglos para el sepelio barato de una muchacha muerta en los ranchos de la costa. Atardece  y al coche fúnebre lo acompañan solo dos silenciosos dolientes: el muchacho y un chivo viejo y rengo, ante la burla de la chusma curiosa.

Al llegar al cementerio, el cochero y el enterrado se niegan acabar la fosa . Jorge Malabia  se pone manos a la obra. Luego, el muchacho confesará la historia del chivato, único ser querido de la difunta, y sobre todo el relato de Rita, a quién conoció en la entrada de una estación  de Buenos Aires, timando a los viajeros  con la historia del retorno a  casa y acompañada del chivo, aun joven,  además, se prostituía por la felicidad de animal.

Del  libro Para un tumba sin nombre (1959) del escritor uruguayo Juan Carlos  Onetti.

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