martes, 30 de septiembre de 2014

El tren eléctrico

Mi abuelo Juan que dormita en el Presbítero Maestro
estos últimos días no puede conciliar el sueño.
Un sonido estridente, único, como algo que se desinfla,
abrir y cerrar de puertas,  chirriar de  frenos, escucha.
Junto con su mujer, esta noche, han decidido ver qué es,
noche víspera de San Juan, víspera de  su cumpleaños,
se auto proclamó así, Juan, no sabia día de su onomástico.
Se han sentado en las gradas de la Cripta de los Héroes
lo han visto cruzar por un riel alto como oruga gigante,
Julia, su mujer, trigueña tez, sempiterna su cola de caballo,
dice:- ¡Fíjate un tranvía sobre nuestras cabezas! Y su marido:
-¡Quién iba imaginar un tren cruzando por Maravillas! (1)
-Largo  como el de Cinco Esquinas  (2) en que viajábamos
-¡Bruta como siempre, ese era un tranvía y éste es un tren!
-Pero no bota humo, es un tranvía, solo que es más largo.
-Discutir contigo es mejor golpearse con la pared…
¿A quién diablo se le habrá ocurrido tal portento? 
 A nosotros ¡que va, pues! No nos han pedido consulta,
molesta nuestro sueño, ruidos, luces  y su fea estética
¡Cómo se le ocurre construir encima de nuestras cabezas!

-¡Viejo, encima, han hecho una escalera hacia el interior!
¿Habrán pensado en un vagón disponible para nosotros?
¡Viajan de noche también! ¿No nos miraran por la ventana?

-No, nosotros vamos  en otra frecuencia,  nos dijo Anudin,
¡Cómo adelanta la ciencia carajo! ¡quién iba imaginar!
Era la razón que no nos daban  paz desde hace tres años,
ruido de taladros, cargadores, rodillos y mezcladoras...
incluso, de noche trabajaban, muchos, con potentes luces.

-¿Que más habrá de adelanto en  Lima?, pregunta doña Julia.
Lástima que el juez Anudin, el que lleva  el cordón de plata,
no nos permite ir más allá de la cripta, minutos y de noche.
Estoy preocupado Juan, si bien ocupamos nichos perpetuos
Temo con el tiempo cuando ya no haya hijos que reclamen
demuelan el cementerio, así como han hecho con La Pólvora (3),
(cremen nuestros restos como hicieron a la prima Guillerma)
para instalar condominios , parques y tiendas comerciales.
 
-Tal vez con los cuarteles quinto, sexto pero no bajarán aquí,
estamos cerca de la cripta de los héroes, monumento nacional.

-Menos mal nuestros hijos nos pusieron a buen recaudo
¿Qué será de Teo? No sabemos, no nos dan permiso para volar
Solo nos dieron licencia el primer año en que sabíamos todo,
con tranvía podríamos visitarlo hasta el paradero  Las Flores.

-Migidonio, quién acaba de llegar me puso al tanto, está bien;
Le pregunté sobre el tren y me cuenta que ahora para robar
se hace obras, los corruptos exigen porcentaje de la partida;
por extraer el oro secan lagunas y contaminan el río, y ni pío.

-¡Viejo!¿Has tenido cara para entrevistarte con ese  Migidonio?

-El me buscó, eso fue lo primero que hizo y me pidió perdón.

-Lo que yo ni la tos. No quiero saber nada de ese desgraciado
¿No te acuerdas, por su culpa, abandonamos nuestra tierra,
venimos a Lima  por el juicio que nos dio, desconociéndonos
y queriendo quedarse con todas las chacras de papá Hilarión?
¡Perdimos dinero, chacras, animales en tantos año de juicio!

-Pero eso ya pasó, Julia, ¿a qué lleva que maldigas aquí?
-¡Me has amargado, quédate si quieres, yo me voy a mi urna!

(1) Una de las puertas del antiguo cercado de Lima.
(2) Ultima estación de vía del tranvías Callao-Lima que dejó
de funcionar en la década de los sesenta.
(3)Instalac. militar demolido para dar paso a condominios.

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