martes, 3 de septiembre de 2013

Revolución Caliente


Por una calle del centro de  Lima, Camaná,a una cuadra de la Plaza Mayor
Vi un letrero ofreciendo un dulce de antaño, casi ya extinto,
Lo compré porque mi padre solía entonar reiteradamente una muletilla cuando yo era niño . Este dulce  amelcochado en su papel  que lo contenía leí ¡albricia! Ese estribillo olvidado:
 “Revolución caliente, música para los dientes,
 Azúcar, clavo y canela, para rechinar las muelas,
Por una calle me voy Por otra calle me doy vuelta

Todo el que quiera comprar, que deje la puerta abierta…”.

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