Catherine Zeta-Jones, mujer hermosa, decir así es poco,
hace falta una palabra más elocuente y no encuentro. Sin embargo, el trastorno bipolar no obvia a nadie, ataca a cualquiera, sea simple
plebeya o una diosa como ella. Michael Douglas,
su esposo, en trece años de convivencia ¿habrá
sido un hombre estoico de mucha tolerancia ante los colapsos de una bipolar, o,
más pudo su desenfreno de ser adicto al sexo ,como él mismo ha reconocido ser, subyugando a la bella Zeta-Jones?
Para romper el matrimonio Michael Douglas tendrá que pagar 300 millones
de dólares para indemnizar a la bella Zeta.
Además, sabiendo
que su mujer era bipolar no debió rebelar al público que el cáncer a la garganta
(que él dice que sufre) se debía al sexo oral. Por este exabrupto ella pidió el divorcio.
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