Máximo Martin, albañil de oficio llevaba un taladro
ensartado a su broca dentro de una mochila
que colgaba al hombro en un vehículo público
Viajaba de pie como otros en hora punta en el atestado
micro y sin darse cuenta –versión de él-
la broca hizo hueco a su mochila y, luego, al bolsillo trasero del jean de una joven mujer quién pidió ayuda policial
y acusó a Máximo Martín de tocamiento indebido.
Máximo Martín estuvo en la cárcel, incurso de ser El cortador de
nalgas ansiosamente buscado por la policía porque éste tenía en su haber cinco
denuncias por haber cortado la nalga a
idéntico número de jovencitas de atrayente pompis.
Pero ello ocurrió en la ciudad de Arequipa donde Máximo
Martín confesó nunca haber estado; pero
la jueza lo ha metido a chirona
mientras hacían las confrontaciones que duraría, sabe Dios, cuánto tiempo
¡Ay Máximo, tan
fácil era sacar la broca del taladro!
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