Recordándote dulcinea ida y vaporizada,
lejos de mi vida, lejos
Recordándote…¡ Cómo no quisiera llevar
esta alforja de experiencia
del
cual ahora precio y estar allá
enfrentando tu apacible mirada,
recibiendo la brisa en el balcón al
ondear tu negrísimo cabello!
-Allá en el destello de tus años jóvenes-
Pero no solo contemplarte sino decirte:¡Mujer, entra...!
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