Sin duda, hay quienes triunfan, si triunfar es fama y
tener harto dinero y nada de ello tiene
que ver con la gratificación espiritual. Esto último es gay dirán ellos
pero nosotros, los que nos
reconfortamos con lo simple no nos
molestaría ese desprecio; pero sí, tendríamos que levantar la voz por defender
a aquellos muchos que llenan estadios y
hacen colas en las localidades por tal cual pasión. Sin aquellos muchos de los egocéntricos no
tendrían fama y dinero.
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