sábado, 16 de agosto de 2014

La farándula


Vania dice, Tengo mejores piernas que la Tarazona. En todos los periódicos tabloides, al día siguiente, en la página central hacen eco de las declaraciones  de la farandulera Vania acompañada de su magistral fotografía  enseñando sus piernas vestido una  minifalda provocativa. Después, al día siguiente replica la Tarazona, dice que ella es la firme (la esposa), y la otra es la falsa , y al siguiente día las declaraciones de ellas y de la manzana de la discordia,  el Guachimán Cristian (Se quedó con ese apelativo al haber protagonizado una serie de televisión titulado El Guachimán) que estuvo con ambas pero se decidió al final por la Tarazona. Al otro día la réplica de Vania  enseñando, otra vez, su escultural figura y, subliminal, reza en letras grandes en la página central lo que  ella acaba de valorar: Mira lo que te perdiste.

Otro caso: Un fin de semana en un programa  de televisión El Valor de la Verdad, Florcita hija de la archiconocida Susy Díaz, declara que el hijo que tiene no es de su esposo, del que no hace mucho se ha separado sino es de un vecino llamado Paolo y revela los pormenores de la traición ante la avidez de la platea. Al día  siguiente todos los periódicos, llamados chicha apuntan sus notas a los involucrados  con sendas entrevistas que ocupa la atención un par de semanas más:  al esposo cornudo  que afirma  que sí es su hijo y la equivocada es Florcita, al sacavueltero Paolo que implora a dios que sea cierto las declaraciones porque lo que más quiere es un hijo de Florcita, aunque, otro día se arrepiente.
Entrevistan también a la mamá, Susy Díaz que fue congresista de la república  enseñando, en su propaganda para lograr el escaño, sus nalgas en su faldita de lentejuelas con la inscripción 13, numero en la lista de un partido olvidado  por el cual  los votantes le favorecieron, lo que nos dice que en este país hay mucha gente que comulgan con la frivolidad y banalidad. Susy solía dormir  en las sesiones de congreso y no aportó nada

 El papá de Florcita, Augusto Polo Campos  merece  nota aparte:  Sorprende que  un compositor de música criolla condecorado tres veces por su contribución a la poética del canto popular,  que tengas algunas composiciones   emblemáticos: Contigo Perú, Y se llama Peru, etc, donde se resalta el valor de amar al pais, sin embargo, no haya podido calar a su hija un poco de amor propio: Florcita se exibe como su madre con lentejuelas en cualquier evento público.
 En fin, podría seguir citando este tipo de  noticias todo el día.  Casi todos los periódicos de la escena  nacional se dedican a difundir este desperdicio  de letra y tiempo, incluso un periódico serio como El Comercio por medio de sus satélites Trome,  Perú 21 y otras llena sus páginas de porquería.
 Es el sistema que se encarga de promover este sancochado de piernas llenas y cabezas huecas, ve su interés (ventas) pero no la calidad ni formación de la persona, sintoniza con los decibeles bajos de la podredumbre.

La gente está dormida a pesar que sale a trabajar, a cumplir sus compromisos, a divertirse. No se da cuenta que esta dormida. No despierta su conciencia que, inicialmente, tenía un alma de luz pero  al adquirir su personalidad  recibe el bombardeo de estiércol que le propina el entorno social llenando su alma de puntos negros, de virus supurantes, de sarampión perenne o viruela medianista   
Esa inmundicia es como la serpiente que trata morder  su cola, forma un círculo, un redondel que nos muestra que generación a generación se repite.

Cuando un dormido va al sepulcro queda ahí su cadáver pero el ego, multiplicidad de partes nocivas, regresa.
Cuando el adolecente empieza salir solo  a la calle principia con la identificación del móvil que le atrae, sigue, segundo, la fascinación, decide que le gusta y se va derivando en el sueño de la conciencia  en el adormecimiento hasta quedar dominado y dormido por lo vulgar.

Para operar el cambio se necesita  morir, nacer  y divulgar.
Morir matando toda esa porquería que el sistema nos provee, que nos bombardea. Nacer despertando la conciencia  Fabricando el alma nueva.

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