-No me explico, cómo confeccionistas de polos para jóvenes puedan estampar
figuras grotescas como las que ve mis ojos,
dice un señor entrado en años pero agarrado (1)aun
al confeccionista en un stand del emporio Gamarra
(Yo, fui a comprar truzas en paquete de tres por diez soles, oía:)
- Una calavera tragándose a una serpiente ¡Qué es eso!;
otro, que sale por un ojo humano..
El señor va revisando los polos de la cajonería y sigue:
Garfios de una pantera despedazando un corazón,
y la sangre salpicando por doquier ¡Oh Dios¡
Un payaso con colmillos de drácula
Un lobo con rabia espumando por el hocico
Murciélagos...dragones¡Mejor ya no veo!
-Es que así le gustan a los jóvenes, explica el tendero
-Yo también fui joven , tuve amigos jóvenes
pero no tenían gustos así, replica el viejo
-Es que es otro tiempo
-¡Que tiene que ver el tiempo! Es como si me dijera que por el tiempo
esta prohibido saludar hoy Y le increpó:
-Ustedes, los confeccionistas, indirectamente, desgracian
a nuestros jóvenes , hoy.
-Si no lo fabrico yo, lo fabrica al costado Tengo que ir con la moda
-Entonces, no se debe extrañar, dijo fuera de si ,el viejo
crispándole los bigotes, viendo la impasibilidad del confeccionista,
Si a su hija, saliendo del Instituto la raptan en una mototaxi,
la violan y la despedazan en un rito satánico ¡Esta bien entonces!
Y se fue el viejo, molesto, sin oír la respuesta del confeccionista
Yo le doy razón al viejo pero no solo en los polos,
en los stikers de las loncheras de los niños, se ve ,por ejemplo,
murciélagos luchando con transformes, y, así, por el estilo en ...
(1) en buenas condiciones
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