"Nosotros, el cardumen, seguíamos
al que se escapaba
No éramos veloces como el tiburón
pero éramos muchos y carnívoros
Seguro, si le alcanzábamos
le despezaríamos a dentadas
pero el mono desnudo nadaba bien
Llegó a la playa, se incorporó
y nos quedamos con las ganas truncas
El era el hombre
el rey de ese mundo de afuera
Y temíamos su libertad
Por su obra era capaz desviar el río
o secarle para exterminarnos,
como así fue , después
Ese es el hombre, dije a mis semejantes
El cambia el mundo a su gusto.
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