Recuerdo, una mañana de hace muchos años
mientras limpiaba con thinner un mueble de metal
de la biblioteca debí de estar fastidiado de algo
Grité con vos áspera a mi segunda hija-tengo dos -
que estaba tratando manosear con sus manitas
la herida supurante de nuestro perro
que le manaba de la oreja izquierda
El perro solía salir a la calle,
debió contagiarse con otros perros
y no sabia que hacer.
La tintura que le hice y le apliqué no le curaba
El perro y mi niña de seis años desaparecieron de escena
y me olvide de ellos y volví a terminar mi trabajo casero
Luego, en la mesa, a la hora del desayuno
noté que mi hija faltaba.
Salí al jardín y la vi en un rincón, sentadida,
cabecita gacha, brazos cruzados en su regazo,
apoyada en la pared su espalda, llorando;
y se deshizo más mirándome
Era la primera ves que le gritaba
no reparé en el estruendo de mi voz
me apuré en cargarla y pedirle perdón
mientras ella se desgañitaba
Hace poco,
día de su cumpleaños numero 26 , soltera, sin novio
le di unos aretes de plata fina en forma de corazón
por encargo de mi madre que me los dio para darle
Habrá notado que la caja no era nueva y dijo:
No quiero cosas de segunda y me lo devolvió
¿Seguirá molesta por aquello, de antes? me pregunto,
luego, en mi cuarto, devanando el recuerdo,
buscando cuál hecho le afligió tanto.
Mi hija es un tema ,no me animo a detallarlo
pero es un tema grande y lacerante
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