Eran más o menos las cuatro de la madrugada por la autopista Néstor Gambeta, a esa hora desierta e iba con dirección a Ventanilla un auto nueva Honda Civic con dos ocupantes Se da esta conversación entre el ex oficial de la FAP (Fuerza Aérea Peruana) de 50 años que le dice a la mujer ¿Quieres manejar?
-¡Oh no, yo no se!
-¡Pero si es fácil! ¡Solo presionas el acelerador y ya está!
- Pero yo no se qué más hacer- se quejó ella, era su joven querida de 19 años
-¡Es fácil! -insistió él- con los cambios adecuados, el sonido del motor te avisa Además te voy ayudar ¡Vamos ponte al timón!
-Bueno si tú me enseñas -dijo la joven
Cambiaron de asiento
El ex oficial, ahora empresario en venta de repuestos de aviones, estaba contento y achispado por la velada en el boulevard de Barranco de donde venía Ahora fungía de copiloto y conductor, ella.
Arrancó en primera con la ayuda del embrague que él señalaba El auto rápido ascendió a 120 kilómetros la velocidad
La noche estaba silenciosa y vacía En eso, la chica se asusta al ver venir en sentido contrario un vehículo con los faros encendidos, no confía en su carril y mueve bruscamente el timón a la derecha impactando en el poste de luz que, por ese tramo son enormes estructuras dañando la vida del mencionado empresario
La amante se salva
La esposa al enterarse la desgracia automotriz por la mañana, se entera también que su marido tenía una amante y con un hijo y, dolida más por esto, no cree la versión de aquella.
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