viernes, 15 de marzo de 2013

La desobediencia


Uno de los cuestionamientos que me hago y que  hay en mi familia es la desobediencia. Empezando por mi persona, me gustaba desobedecer cuando, joven, trabajaba con mi madre y me exigía hacer algo Esa exigencia me parecía producto de la exasperación de ella con mi padre; o,  sabía de antemano mi madre que no lo haría caso y  adrede me pedía hacerlo solo para dar pie a su perorata que sabía  amarga. O, no me gustaba obedecerle  en el acto  sino posponerlo y lo hacía si era ineludible el asunto, y si no lo era no lo hacía nunca.
 Igual, eso, se ha trasvasado a mi familia propia Mi mujer  no me obedece cuando sugiero hacer algo y, menos, si le exijo para llevar adelante la casa, e, incluso, para su salud  misma, por ejemplo, le digo: Toma esta miel de abeja es bueno para los bronquios (que ella sufre en invierno)
Me responde: ¡Si será miel! ¡Qué estafo te habrán vendido!
Lo peor es que los hijos al tener a su madre como referencia tampoco me obedecen cosa que a veces me exaspera
No se persuadir para que me obedezcan
Tal vez, si tuviera un hijo sería  fácil convencerlo que tener muchos que se alían  y toman bandera de lucha contra mi solo.

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