Mi sobrino, eufórico y feliz –cuenta- se encuentra en
las alturas de Macchu Picchu con sus compañeros de colegio (viaje de promoción)
En eso, un turista extranjero, gringo,
le pide le haga el favor ser tomados juntos una fotografía. Se azora mi
sobrino pensando que por su tez trigueña el gringo le había dado como oriundo,
indio, del lugar, por lo que sus compañeros de colegio se mofan de mi sobrino, entonces
éste, de desquite en la toma de la foto levanta el brazo izquierdo tras la
cabeza del gringo haciendo el aspa de venado.
El gringo se da cuenta y reacciona:
-¡Qué pasa, yo ser americano pero también entender
pendejada!- y se va molesto
Y sus compañeros
que expectaban se ríen con más ganas.
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