martes, 5 de marzo de 2013

Papá , mis zapatos!


Amaranto, su hijo nº 3, ese domingo dejó todo recato y le constriñó a su padre, sentado a la mesa:
-¡Papá mis zapatos! 
Dorangel  Sifuentes , su papá, había terminado  desayunar e insufló a levantarse e  ir  a trabajar hasta medio día y su hijo  espetó de nuevo:
-¡Papá mis zapatos!  ¡No tengo con que ir a la universidad!
Dorangel  botó el aire y se arrellanó de nuevo en el asiento esperando que su hijo se olvidara el asunto
-¡Papá mis zapatos! ¡Cómprame!
Dorangel ya había dado el dinero para la semana a su mujer y no tenía más Solo tenía  del empleador que le había comisionado hacer pago de tributos y  entregar los recibos  de la misma el lunes a mediodía
La referida compra  era  algo que posponía siempre Pensó un rato: Tomaría el dinero de la remesa y  después lo repondría.. ¡He ahí el asunto!  Siguió pensando, dibujándose  todos los matices en su cara oblonga  y, dijo, por último:
-¡Vístete¡ ¡vamos de compras!
-¿En serio?, preguntó Amaranto e hizo  alarde  de aligerarse pero repitió:¿ En serio?
-¡En serio,  como dijo don Desiderio!, aseguró Dorangel
-¿Y, con qué va ha ir  a comprar, terció el hermano mayor de Amaranto si no tiene zapatos?
-¡Descalzo!, apuró el último, el pequeñin que veía televisión
Todos se rieron.
Dorangel  estaba con su hijo en el micro rumbo al centro de Lima, juntos en el asiento  Dorangel cayó en cuenta que era la primera vez que salía con su hijo ¡juntos y solo ellos! ¡Y eso, que él  ya estaba en el primer año de  la universidad!
-¿Que plaza es ésta? peguntó su hijo
-Dos de mayo
-¿Y esta avenida?
- Alfonso Ugarte
-¡Ah ya, Alfonso Ugarte!, remedó su hijo  dando a entender que ya lo había oído.   
-¿Y  ésta otra plaza?
- Bolognesi
Dorangel  se preguntó ¿Será posible que sea la primera vez que salga con mi hijo? ¡Maldito dinero! ¡Me hace falta hasta para salir a pasear con mis hijos ¡   Amaranto  al ver  preocupado a su padre  dijo:
-Si es por la compra,  mejor, lo dejamos para otro día..
-¡No, hijo, no! -mintió el padre- sino que…recordaba que por aquí  por la Plaza La Exposición cuando paseaba yo, niño aun, con mi padre,  me perdí
-¡Haber, cuenta papá, cómo fue! inquirió Amaranto
 Y padre  e hijo se enfrascaron en una conversación  sana y prodigiosa
Al terminar Dorangel  sentenció, para si:¡Al diablo con el dinero tomado!¡ a lo bailado nadie lo quita!  




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