Uno
Se admira al amigo haber tenido agallas desposar a una mujer hermosa, inteligente, con
maestrías en el extranjero, entonces, sin que nadie nos diga nada nos abstraemos,
nos cohibimos -con la mujer que tenemos-, sin que para ello haya sido la intensión del amigo que de a poco nos vamos
distanciando…
Dos
Somos país de imitadores,
imitamos fruslería, sintonizamos las
bajas frecuencias.
Tres
Hay personas que podrán amasar dinero multiplicando n veces su capital
inicial, sin embargo, su aire pueblerino: chusco, sin brillo, no cambia No usa su dinero –ignora, lo que es peor- adquirir una
buena biblioteca, por ejemplo, o
ilustrarse visitando el museo de Louvre o haciendo turismo por Venecia o Florencia para cambiar
su espíritu.
Tres
Cuando discurseaba el viejo barbado mantenía uniformidad en la cadencia
de su voz, ni lento ni rápido pero, claro, hasta el más alejado del
salón le oía, sin embargo, lo que decía provocaba acaloramientos, pasiones en
la masa pero él mantenía su ritmo.
Cuatro
Hace cien millones de años una araña atrapaba en su red a una avispa.
La araña percibió la presencia y corrió
dispuesto a devorarla Cuando iba con ese afán le cae una gota de resina de
árbol petrificando al arácnido y a la víctima convirtiéndose, para la
posteridad, en piedra ámbar con el engaste mejor labrado que cualquier artista
hubiese hecho.
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