jueves, 14 de marzo de 2013

La madre prostituta


Aquella joven madre desde el cerro nº 156 el cono este venía a la plaza Manco Capac algunas mañanas de la semana a  prostituirse
Pero aquel vienes por la mañana su centro de trabajo,  las bancas de la plaza donde se sentaba esperando a sus clientes  se le acercaran y trataran el precio y, aceptado , ella iba adelante y el cliente tres metros  atrás –para que no sospeche la policía, preveía ella-y le llevaba a uno de los hoteles de mala muerte que hay alrededor a la plaza;  pero aquel viernes  a  eso de las once,  debía realizarse una actuación cívica por lo que estaba siendo acordonado por policías municipales
No tuvo más remedio la joven madre que pararse en las esquinas del cruce de las avenidas disimulando esperar algún bus pero  atenta a cualquier flirt
Cuando bajaba   las escalera del hotelucho después de atender a uno de sus clientes se paró  delante de ella un school-bus  amarillo y comenzaron a bajar rápidamente estudiantes con el uniforme único, entre los primeros,  su  hijo de diez años que se dio de cara con ella por lo que corrió a darle un abrazo   La madre, habiendo podido  optar otra postura pero el remordimiento de conciencia le dejó paralizada aunado  la mirada de sus compañeros de su hijo y tutoras se le obnubiló la mente,  le  dobló las piernas  y se hincó a la altura de él  y comenzó a balbucear y convulsionar El niño no entendía y llamó a su profesora  que al punto comprendió por la vestimenta encendida y pintura exagerada en los labios de la madre la triste historia, moviendo levemente la cabeza  Aun así, le auxilió con agua de azahar y alcohol de un botica cercana y  la joven madre acalambrada de dolor interior  en su balbuceo pedía  perdón y se le oía: ¡ ya no más … ya no! 

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