domingo, 10 de marzo de 2013

He tenido errores en la vida


 He tenido errores en la vida, pocos, pero todos ellos garrafales El concepto  que tuve sobre ser egresado de la universidad era ser idóneo,  competente
Mi deducción estando a poco de terminar fue que  no lo era
 La enseñanza que recibí fue  deprimente, nada científica, cero en laboratorio, cero en investigación, solo me llenaban los cuadernos  de derivadas e integrales
Mis profesores con magro pago eran desdeñados de mi propia universidad de filiación aprista por ser mi facultad una  de las dos  de orientación marxista (la otra era Sociología) No teníamos ni local propio y cada año lectivo teníamos que mendigar  aulas de otras facultades   hasta que por último, para escarmiento, nos arrimaron al costado de la Casa del Pueblo, entonces dejé la universidad.
Como decía, los profesores eran  mínimamente adiestrados ante la irrupción reciente de la IBM que estaba en  ciernes en el país 1970-75
A pesar de haber aprobado el 90% del currículo abandoné todo, uno de mis errores garrafales. Decidí suplantar o continuar el negocio de mi padre
Hubiese  querido que alguien en ese momento me dijese:
“¡Oye amigo!, la experiencia y  verdadera  profesionalización lo vas alcanzar in sito,
en el campo , en el trabajo( en mi caso, en  áreas de producción de las fábricas); cuando estés dirigiendo un grupo humano u optimizando la mejor producción de una máquina y su entorno, entonces, tendrás forzado a actualizarte  en una escuela de prestigio, con cursillos en mejores universidades o  en el extranjero”
Además, era tiempo de la dictadura militar donde  expropiaron  tierras en el interior(“la tierra es de quién la trabaja”, pregonaban los milicos)  y las fábricas de Lima cerraban o se iban a otros países vecinos.
Pero nada de eso es disculpa Pienso que uno mismo edifica o aflige su futuro
Preferí ser cabecita de ratón creando mi propio negocio Tenía 28 años.

No hay comentarios:

Publicar un comentario