jueves, 19 de junio de 2014

Turno de noche (diario de una despechada)


 
A veces no te das cuenta  lo que dices ¿Es que será que no te importo? Sueltas exabruptos que no te interesa reparar. Tu palabra ofende. Y, encima, te haces el tonto. Me preguntas cuándo fue…
¿Quieres que te diga cuando fue? Pues no te lo diré. Debes darte cuenta tú mismo. Siquiera has  acto de contrición, tratar  recordar. Pero… ¡te ríes!, con tu risa crees remediarlo todo. Ni para el propósito  de recordar cuando fue que vine la última vez  a tu casa, te merezco ¡No sé para qué habré venido!
¡Aja! Ahora   como un resorte me asaltas, quieres cambiarme el humor como tantas otras veces, me quieres besar…
Entonces, yo me arqueo y levantándole el índice entre mi seno y su torso  le exhorto:
Si quieres seguir conmigo primero tienes que cuidar tu boca y cuando digo seguir es seguir algo serio, algo derecho y firme y no  como tu propones: amigos con cierta confianza, ¡eso no!
Son casi diez de la noche ¿Qué dirá mi madre si llego a esta hora? Otra vez no me va creer. Mi madre está cuidando mi hija, tú sabes, en la casa de mi hermana y sabe  ella que no voy a regresar  hasta el amanecer  porque le había  dicho que me iba a quedar en el taller toda la noche, como todos los miércoles.  Pero resulta que en el taller no hay materia prima para trabajar y nos han soltado temprano, nueve de la noche. Yo no puedo regresar a mi casa por la perspicacia de mi madre, por eso vine a verte.
¿Porque trabajo de noche?, preguntas. Porque me pagan un plus de 25 por ciento más al  normal y ese extra me hace falta.
El dueño es ecuatoriano, tiene además del taller seis tiendas de exhibición y ventas. Yo  a veces trabajo con él y a veces  en el taller de su esposa, ella es peruana, es bonita aunque un poco mayorcita  pero se viste bien, tiene buen cuerpo y no tiene hijos, se viste como quinceañera ¡cómo la envidio!
Preguntas. ¡Qué te de la dirección de su taller…! ¿No eres gracioso? Sigues en lo mismo.
Noto que mi presencia no te causa  propósito de enmienda
Para ti todo es broma  ¿O eres un  vivo y lo haces, adrede, para molestarme y me vaya? ¿Es así? Abusas de mi porque tengo una hija de un matrimonio fallido y eso te da derecho a maltratarme?  ¿Quieres que me vaya para que venga la otra? ¡Dímelo de una vez!... ¡Pues te dejo, no te soporto más!
Preguntas, ¿A dónde me voy? Pues, me regreso al taller del ecuatoriano, siquiera ahí, me pongo a ver televisión y   considerar las proposiciones que me hace…
¡Adiós! Yo pensaba pasar la noche contigo…

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