Rumbo al Norte

Aquí  en este lago boté las últimas cenizas de mi padre,

Dice el padre a su hijo, un joven adicto al celular y redes sociales.

Solía venir a pescar con tu abuelo aquí muchas veces…
Justamente, en ese momento, timbra el celular.
Disculpa, dice el hijo y  se retira  a  un lado para oír la llamada.
Es la decimoctava vez  en este día  que le han interrumpido.
El hijo es de profesión  pianista y ha dejado sus compromisos
por asistir Rumbo al Norte  conocer a su hermana y demás parentela.
Entonces, el padre le quita el celular y lo bota al fondo del lago.
El hijo se queda atónito, todos sus compromisos y teléfonos están ahí.
¿Que has hecho, viejo loco? dice y se avienta  al lago buscando su celular
Uno y otra vez se zambulle y  lo encuentra por último.
Pero, estropeado, húmedo e inservible.
Histérico  increpa a su padre,
que está sentado en el terraplén con la mirada perdida.
¡Qué te pasa viejo loco!,  pregunta otra vez: ¿ Por qué lo has hecho?
¿Qué crees, que soy  incumplido  de mis obligaciones como tú?
¡Que, después de 32 años, un buen día, me atajas  en la puerta del teatro
Y dices que eres mi padre y  quieres enseñarme al resto de la familia!
¡Y que me abandonaste solo cuando tenia tres años!
¿Crees  tú que yo soy así?
Por eso mi madre, no lo dudo, te abandonó,
y colérico el hijo toma aliento y bota el bendito artefacto,
lo regresa  al fondo del lago.

 Luego, vuelven al auto y siguen Rumbo al Norte

Y el hermoso paisaje finlandés le cambia el humor a padre e hijo.

Entonces, sin  celular, el hijo escucha mejor a su padre.

Se entera que la mujer a quien consideraba su madre no era tal.
Ahora,  Rumbo al Norte, la conocerá  pero antes , en el camino,
conoce a su abuela, que está en un asilo,
ésta, cree que su hijo es una criatura y le da unas monedas de propina.
Conoce también, Rumbo al Norte, a su hermanastra,  por parte  de padre,
y ésta le cuenta el affaire que papá tuvo con su madre
 y que ahora está ella casada con un millonario en EEUU,
a quien conecta vía spike y se suscita una conferencia
 entre los antiguos esposos, los hijos dispares, etc.
Conoce, el pianista, a su cuñado, un periodista que esconde bajo  esa tela
su homosexualidad, consume heroína, y se suscita un altercado
cuando el homosexual se le insinúa y  el pianista le propina
un golpe que le vuela unos dientes.
Y siguen Rumbo al Norte y conoce el pianista a su verdadera madre
que vive con otro hombre, el Usurpador,  
que se entrevista con el padre del pianista
y éste se entera que entre ellos había una pacto secreto
 de sus años díscolos y jóvenes.
Ellos, el padre del pianista y el Usurpador habían hecho tropelías y media
en la que estaba involucrada también la madre verdadera del pianista,
habían robado bancos y otros latrocinios 
en la que de acuerdo al convenio  entre ellos
el niño (o sea el futuro pianista)  pasaría a manos de una madre suplente,
el botín y la mujer pasaría a manos del Usurpador
pero con la condición que al cumplir su pena en la cárcel
el padre volvería a recuperar a su mujer y parte del botín.
Era el momento de aclarar  las cuentas. Pero el usurpador  no quiso cumplir,
furioso dice: No te vas a llevar a mi mujer, coge la escopeta y le da un balazo
al padre del pianista.
El pianista se entera por sus medios esta última parte ,
interviene cuando está caído su padre y éste le dice:
-No es nada hijo, no es nada, no te preocupes, llévame a un paraje cercano,
 subamos al carro, yo te indico.
Le lleva a una casa de campo en una explanada arrebolada,
en el centro de un bosque.  
Entran ambos a la casa y el padre se tiende en un camastro y le revela:
Aquí te concebí, y  el padre se muere. La bala le había penetrado un órgano importante.
El pianista, ve  en las revista de la época que había en el velador
 notas periodísticas de la época de los atracos de su padre y su madre,
a lo Bonnie y Clyde.

De Película Rumbo al Norte de Mika kaurismaki.