domingo, 22 de junio de 2014

Nepomuceno



 
-¡Hoy dio a luz  Espina Leonina! ¡Es varoncito!¡Felicitaciones!,  dice  Nepomuceno a su esposa que es hermana de la parturienta.

 Pero Nepomuceno  no se sabe  quién es el marido de la cuñada, y dado ciertos preámbulos  posiblemente un hombre casado o irresponsable drogadicto, por lo cual propone ayudarla, y dice:
-  ¿Qué tal si viene a vivir con nosotros, en nuestra casa?
- ¡Ayúdala si quieres, lo que es yo, nada!, responde la esposa. Se asombra Nepomuceno que su esposa hable así de su propia hermana. ¿Por qué eres así? pregunta y ella responde:
- Yo cuando estaba en estado con los dolores del parto  y  Espina me visitaba   le  rogaba  se quedara en casa porque tú aun no llegabas del  trabajo pero Espina se iba, no quería  ¿Para que se iba? Para conversar con sus amigas en la calle… Espina es una espina que guardo… Luego apostrofó: Diente por diente, ojo por ojo.
Nepomuceno no conocía bien a su mujer a pesar de  tres años de convivencia pero algo bruno y obscuro  se vislumbraba en su relación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario