Pero Nepomuceno
no se sabe quién es el marido de la cuñada, y dado
ciertos preámbulos posiblemente un
hombre casado o irresponsable drogadicto, por lo cual propone ayudarla, y dice:
- ¿Qué tal si
viene a vivir con nosotros, en nuestra casa?- ¡Ayúdala si quieres, lo que es yo, nada!, responde la esposa. Se asombra Nepomuceno que su esposa hable así de su propia hermana. ¿Por qué eres así? pregunta y ella responde:
- Yo cuando estaba en estado con los dolores del parto y Espina me visitaba le rogaba se quedara en casa porque tú aun no llegabas del trabajo pero Espina se iba, no quería ¿Para que se iba? Para conversar con sus amigas en la calle… Espina es una espina que guardo… Luego apostrofó: Diente por diente, ojo por ojo.
Nepomuceno no conocía bien a su mujer a pesar de tres años de convivencia pero algo bruno y obscuro se vislumbraba en su relación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario