No una sino muchas muertes
“…Sobre un sofá tapizado de terciopelo yacían sin vida
los esposos. Ambos apoyados al espaldar del mueble y las cabezas
reclinadas hacia atrás. El, suboficial de
policía, con la cabeza ensangrentada (se había dado un tiro en la sien
después de dar otro fatal a su esposa) tenia el brazo izquierdo detrás del
cuello de su conyugue y la mano apoyado
sobre el hombro derecho de ella…”
(La República, 8/5/93)
No hay comentarios:
Publicar un comentario