Sonríe a cualquier desconocido, cierto, estamos en una tienda y entran mayormente desconocidos pero, fácilmente, granjea amistad con cualquiera. Se va a la broma rápido y muchas veces con personas simplemente curiosas que no compran nada y solo buscan aderezarla de lisonjas en que ella se bate de maravillas; y desatiende al potencial cliente que en realidad pretende comprar .
Tiene como atributo natural, sin duda, su bien formada línea de su rostro, carita de ángel, sonrisa cautivadora.
Con esa cualidad convenció a mi amigo Abencio que se hizo más asiduo su visita a mi tienda por verla, a pesar que le ponía en autos ciertos reparos.
Pero Abencio se apuró cortejarla y estaba seguro que en dos semanas caería rendida a sus pies.
Pasaron dos semanas, dos meses y ella a pesar de haber salido un par de veces con Abencio seguía dispensado la misma coquetería con todos que se a su paso le halagaban, y salía con otros.
Así como desahucio a Abencio igual hace con cualquier pretendiente, solo les utiliza un sábado para que le invite a una discoteca y, según ella, para nada más. Los mando al diablo si me porfían otras cosas, dice y agrega, los pretendientes no se acaban. Se rio cuando alguna amiga le cuenta que permanece varios meses con el mismo chico. Le gusta las fiestas pero ninguna ligazón eterna con nadie y cree que con esa actitud habrá de llevar bien su vida. Y se burla en su cara cuando algún fulano cae embebido por su coquetería.
Ahora está frente a mí, sobrepasándose del protocolo empinando codos sobre el mostrador de ventas aprovechando que es sábado cerca la hora de salida y, ha dejado entrever que ha peleado con su enamorado y , subliminal dice, no tiene con quién salir este fin de semana.
Me regala la misma sonrisa que da a otros. Ella me sugiere: Deberías divertirte y no tener la vida apagada que llevas.
No sabe que ya tiene su remplazo y que hoy, al acabar la tarde, le extenderé su liquidación aunque no se muy claro cuál es pretexto que emplearé: ¿Por reírse mucho?
No hay comentarios:
Publicar un comentario