La segunda vez que se encontró con Ketín Vidal, el alférez
Valverde recuerda haber bajado de un bus y caminando hacia la casa de Ketín
Vidal. Llevaba consigo una pistola y una granada que solían dar a los agentes destacados en
las zonas de emergencia…Era 1983...Esa noche Vidal le abrió la puerta.
-¿Usted no sabe respetar a una mujer ajena?-le dijo,
sin darle tiempo a saludarlo.
Valverde dice que Vidal casi ni se sorprendió. Al contrario, como si ya tuviera
un gesto ensayado para ese tipo de encuentros, le puso la misma cara de sacerdote
en confesión con que lo había recibido la primera vez.
(La primera vez fue en 1980 en que Valverde volvió de Huamachuco,
La Libertad, en silencio, para comprobar si era cierto como comentaban sus
compañero de promoción que su mujer le
ponía los cuernos con un alto oficial. Así pudo ampayarles, a Ketín Vidal
con su mujer comiendo pollo a la
braza en un restaurante del centro)
- ¿Qué te pasas Valverde? ¿Otra vez estás confundido?
-¡Conchatumadre!¡Ahora
mismo te hago volar y nos vamos los dos!
¡Hijo de puta!
Para entonces había sacado la granada de su chaqueta
Dice que Ketín Vidal le pidió que bajara la voz y que
se tranquilizara, por que adentro de su
casa estaba su esposa, y agregó:
-¿Cómo crees que podría hacerte una cosa así, hijo?
Valverde no recuerda qué lo calmó (o no quiere
decirlo)…Se alejó de la casa de Vidal de
la misma forma como había llegado: a pie, con la espalda doblada y la mirada en
el suelo.
Unas semanas después de este encuentro con Vidal, el alférez Valverde recibió la orden de trasladarse a un pueblo de Ayacucho...Lo
enviaban allí para qué se muriera.
La tercera vez que se encontraron fue 1998 en el Mango*s
Café de San Isidro. Ketín Vidal había llegado a ser Director General de Policía..Héroe
Nacional, se le atribuyó haber capturado a Abimael Guzmán, en cambio, Valverde
aun mantenía sus tres galones de capitán.
Por primera vez, dice, el general Ketín Vidal le pidió
perdón.
-Es verdad que nunca hice nada por ti –reconoció- dime
¿que necesitas ahora? ¿ quieres todavía tu ascenso?
-No, respondió Valverde, solo quiero que me solucione lo del juicio.
Su ex mujer le
había demandado y había una sentencia judicial que le obligaba a entregar el 30 por ciento de
su sueldo a su ex mujer y a su hija (el abogado de su ex mujer era un hombre
que había trabajado con Ketín Vidal en el estudio de Vladimiro montesinos) Repitió:
-Solo quiero que me solucione lo del juicio y, agregó,
mi traslado definitivo a Huancayo.
No hablaron más.
En menos de una semana Valverde fue destacado a la
ciudad de Huancayo, allí conoció a una maestra de escuela con quien tuvo dos hijos.
(Resumido de la revista Hildebrandt en sus trece Nº191)
No hay comentarios:
Publicar un comentario