domingo, 1 de junio de 2014

El héroe indiscreto / Ketin Vidal


La segunda vez que se encontró con Ketín Vidal, el alférez Valverde recuerda haber bajado de un bus y caminando hacia la casa de Ketín Vidal. Llevaba consigo una pistola y una granada  que solían dar a los agentes destacados en las zonas de emergencia…Era 1983...Esa noche Vidal le abrió la puerta.
-¿Usted no sabe respetar a una mujer ajena?-le dijo, sin darle tiempo a saludarlo.
Valverde dice que Vidal casi ni se  sorprendió. Al contrario, como si ya tuviera un gesto ensayado para ese tipo de encuentros, le puso la misma cara de sacerdote en confesión con que lo había recibido la primera vez.
(La primera vez fue en 1980 en que Valverde volvió de Huamachuco, La Libertad, en silencio, para comprobar si era cierto como comentaban sus compañero de promoción que  su mujer le ponía los cuernos con un alto oficial. Así pudo ampayarles, a Ketín Vidal   con su mujer comiendo  pollo a la braza en un restaurante del centro)
- ¿Qué te pasas Valverde? ¿Otra vez estás confundido?
Conchatumadre!¡Ahora mismo te hago volar  y nos vamos los dos! ¡Hijo de puta!
Para entonces había sacado la granada de su chaqueta
Dice que Ketín Vidal le pidió que bajara la voz y que se tranquilizara, por que  adentro de su casa estaba  su esposa, y agregó:
-¿Cómo crees que podría hacerte una cosa así, hijo?
Valverde no recuerda qué lo calmó (o no quiere decirlo)…Se alejó de la casa  de Vidal de la misma forma como había llegado: a pie, con la espalda doblada y la mirada en el suelo.
Unas semanas después de este encuentro  con Vidal,  el alférez Valverde recibió la orden de  trasladarse a un pueblo de Ayacucho...Lo enviaban allí para qué se muriera.
La tercera vez que se encontraron fue 1998 en el Mango*s Café de San Isidro. Ketín Vidal había llegado a ser Director General de Policía..Héroe Nacional, se le atribuyó haber capturado a Abimael Guzmán, en cambio, Valverde aun mantenía sus tres galones de capitán.
Por primera vez, dice, el general Ketín Vidal le pidió perdón.
-Es verdad que nunca hice nada por ti –reconoció- dime ¿que necesitas ahora? ¿ quieres todavía tu ascenso?
-No, respondió Valverde,  solo quiero que me solucione lo del juicio.
Su ex mujer  le había demandado y había una sentencia judicial  que le obligaba a entregar el 30 por ciento de su sueldo a su ex mujer y a su hija (el abogado de su ex mujer era un hombre que había trabajado con Ketín Vidal en el estudio de Vladimiro montesinos)  Repitió:
-Solo quiero que me solucione lo del juicio y, agregó, mi traslado definitivo a Huancayo.
No hablaron más.
En menos de una semana Valverde fue destacado a la ciudad de Huancayo, allí conoció a una maestra de escuela con quien tuvo dos hijos.

(Resumido de la revista Hildebrandt  en sus trece Nº191)

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