sábado, 21 de junio de 2014

Nuestra mesa de trabajo


 
El trabajo es una responsabilidad y una ocupación necesaria, deber intrínseco a la persona.

 Como tal, propensos estamos a la fatiga, tedio o aburrimiento.

 Evitar ello es hacer agradable nuestro puesto de trabajo, óptima luz, limpieza, orden y si es posible de fondo una música relajante, por ejemplo, de Franz Liszt.

Nuestra mesa de trabajo, si tenemos un oficio  con los instrumentos y herramientas  necesarios  a desarrollar nuestra tarea, o en caso contrario si tenemos en el escritorio  el equipo y papelería necesaria, lógicamente saldrá bien nuestra labor. Además:

Alguna pizarra pequeña  donde se adhiera algunos artículos de interés cotidiano, retratos de nuestros hijos, cuadros, aunque sean copias de  pinturas de autores de renombre,  en un momento de una entrevista, de confraternizar con el colega les deparará curiosidad y será motivo  para que disertemos   a nuestro derredor, no mezquinemos y vertamos una dosis de entusiasmo y cultura.

Debajo de nuestra mesa de trabajo  un cuaderno pequeño de notas  que nunca debemos separarnos en el cual volquemos  con un simple trazo los sucesos interesantes del día que,  después, desglosaremos  en nuestra mesa de velador.

Y cada día trabajar con  entusiasmo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario