para ir a sus labores diarias son almas buenas:
Toman la mejilla a su niña amada exigiéndole de buena fe
el deber diario para bien de ella misma
A la mujer regala en un suspiro su sincero amor,
la seña al encuentro que pacta para la noche
cercano al barrio, en el bulevar
Pero cuando están en la calle, generalmente,
son el reverso de lo que muestra
Algunos más contra otros menos, son todos,
Como dijo Hobbes: lobos de otros hombres.
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