De los años sesenta recuerdo algo en particular, la presentación en vivo, en noches de radio
(radio La Crónica, radio Central de la calle Belén donde animaba el gordo David Odría
con el talento del arreglista argentino Peter Dellis) de jóvenes postulantes al canto popular.
Sumando, así, la naciente nueva ola peruana. Buscando, consolidarse como boleristas, o,
renovando la música criolla con auxilio de mejores emisoras de radio y la irrupción
de la televisión que, la guardia vieja, cajón y guitarra, no utilizó.
La aparición,poco después, de conjuntos tropicales, innovando la cumbia con estilo propio.
Luego. los mejores intérpretes, llevados a la palestra por disqueras como El Virrey, Iempsa
Recuerdo también, sábados y domingos mañaneros en cines de los barrios de Lima,
En el mio, cine Rivaguero donde para ingresar y ver a los conjuntos nuevaoleros y tropicales
solo se entregaba varias chapitas de inka kola.
Oír, también, por el alto parlante del mercado (donde mi madre vendía frutas y yo ayudaba)
Marabú de Lucho Barrios, La barca por Los Panchos y, sobre todo,Albricias, de Anamelba
que me gustó tanto desde niño.
Sobre este último tema,cuentan, se formó el acompañamiento entre gallos y medianoche
cuyo director Genaro Ganoza, Zarate, Estrada y Claudio , integrantes, afinaron
una de las mejores melodías, en el género, en los años sesenta
Anamelba, huanuqueña, llamada La novia del bolero, se enamoró de Julio Jaramillo, (Mis flores negras)
de sus pasillos, de su galanteo.
Julio, apasionado al Perú (como hoy Domingo Rosero: Como voy a Olvidarte,17 años)
En una gira -con ella- de cuarenticinco días, por el país consolidaron ese amor entre artistas
del cual nació Amy Jaramillo por lo que el ecuatoriano se llevó a sus lares a nuestra novia
Pero, cuyo enlace, generalmente entre compañeros de arte, no duró mucho; y, ella,
se fue a vivir a Patterson, hacer su vida,donde, no hace mucho, nuestra Novia del bolero,
Murió de cáncer lejos de su patria y, como sucede con nuestros artistas, de nadie recibió apoyo.
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