¿Por qué molestas tanto? ¿No sabes, acaso, serás mi estofadito?
Conejito, conejito, tus ojos acaramelados, blanco es tu pelaje
Al venir, levantas tus traseras patas y quieres que te levante
Conejito, conejito Mi mujer te trajo como regalo a mi hija
Llegaste con tu nívea pareja, compañera que te duró apenas días
Murió al verse encerrada, creo, así que decidimos darte libertad:
podabas el verde césped, corrías por los cuartos de la casa
Dormías, abrigabas mis pies mientras poníame a escribir
Expectante esperabas la verdura de la canasta de mercado
Conejito, conejito, pregunto ¿Por qué va crecida tu naricita?
No sabía que estabas malito, un mal raro que tus días acabó
Me dio pena enterrarte en el jardín donde brincabas y soleabas
¿Cómo es la oración de los conejos? Como responsorio solo dije:
Conejito, conejito, no quería, de veras, hacerte un estofadito
Lo decía por decir, tal vez temiendo esto el pobrecito se murió.
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