martes, 27 de septiembre de 2011

La hipoteca

Gastón había advertido hacer las bodas de oro de sus padres ancianos, esperaban expectantes, en silencio, pago al sacrifico de criar a Gastón y sus hermanos  Pensaba hacer la fiesta en la casa nueva, en el terreno adquirido el año pasado, justamente, había acabado  pagar sus cuotas.
Participó a suegros y cuñados que vivían en la sierra llegaran  a mediados de diciembre para la gran fiesta.
Por lo menos, quería, una sala grande en el primer piso Eso pensaba eso quería Pero el pago del terreno acabó sus ahorros,
Se endeudó y fracasó en su negocio Ora tenia deudas y el compromiso de las bodas de oro
- Anda al Banco- le sugieren- pones el terreno de aval
Va. Le piden los últimos tres balances si es independiente
-  Solo quiero hacer una salita -dice-Doy mi terreno de resguardo
- No nos interesa tu  terreno - responde parco, el funcionario-
Solo queremos saber tus ingresos Si no tiene balances no eres sujeto de crédito.

Septiembre, falta poco para diciembre  Alguien les dice que en tal lugar prestan sin mucho rollo
Va. Le exigen garantía  hipotecaria El interés es leonino
Gastón piensa tanto que le sale humo por las orejas  Sus padres están viejos, tal vez, el próximo año ya no estén juntos ...
¡Qué mierda! doy la hipoteca -se decide.
¡Ay, Gastón! no sabes en lo que te metes.

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