viernes, 9 de septiembre de 2011

El heraldo

Habia llegado el heraldo  desde Arequipa
Revisó la smitth & wesson ¡seis balas completas!
Suficiente para enviarla a la parca, pensó,
Así fallara un tiro, suficiente reserva había
para sumergirla en el río infierno que merece 

Sería difícil fallar en ese cuarto de tres por cuatro,
cubículo donde le botaron hace un año, recordó

Llegó el heraldo de improviso con regalos
Besó con cariño a sus dos pequeñas hijas
expansivo de ternura fue hacia su mujer
que, sin embargo, se mostró desconfiada

El heraldo negro a sus suegros dio a entender
que quería reconciliarse con su esposa
por el bien de su familia, por el bien de sus hijas
Si hasta Dios perdonó porqué no ustedes, imploró

Con la venia de los suegros, convencdios
 alborozado.mandó pedir chifa delivery:
tallarines con sillao y champiñones, chipacay
wantan frito pollo en trozoy harto arroz blanco

Para todos hay ,dijo convincente, la casa invita
feliz con mis hijas, mi mujer ¡que más puedo pedir!
Si falta comida pidan no mas, dijo con confianza
Y ahora - pidió- póngamé música arequipeña

Mas de noche, cuando los suegros se recogieron
En el cúbiculo de tres por cuatro
pronto la pareja irrumpió en discusiones
Cundió amenazas, gritos y el consabido largate

El heraldo sabiendo que sus suegros
no demorarían en tocar la puerta
le urgió de una ves desfundar el arma
Disparó dos balazos de quién antaño se enamoró

Uno en la frente para saber si desprendia
los engaños que ella negaba
Otro, en el corazón, icono del mutuo enredo

Sus dos hijas pequeñas dormían juntas
despertaron del dulce sueño por los disparos
y los mandaron a otro sueño, eterno, prístino

soñaban ver unidosal fin  a sus padres
y feliz por ellos su faz mostraban
No alcanzaron  enterearse del oscuro desenlace
Fueron acribillados por su propio padre

La suegra fue la primera en abrir la puerta
y recibió un tiro certero en la boca y le dijo
"Ahora iras hablar mal de mí al infierno 

Luego,entró el suegro e Iba dispararle
cuando reparó, en una breve lucidez,
sólo le quedaba una bala y esa era para él

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