y, ora, escalaba otro cerro pero en la sierra
totalmente diferente, veíase trigales, maizales
Tableros cortos, largos, un manto de colores
hasta donde la vista alcanzaba, sitiada por
la cresta azulada y desnuda del alcor
Este llamado Macaya señaló mi padre
Como una madre en su regazo a su crío cobijaba
siembras, trillos y pueblo, hacia donde subíamos
falda: libro abierto por la mitad se escindía
tajo profundo: el cauce del riachuelo jaraneaba
como timbal contra las piedras estrepitaba
Bullanguero el riachuelo, grande se creía
seguramente cuchicheaba con la arboleda
que en sus flancos, inmensos, le aireaba:
Suben por el sendero un padre con su hijo
por la talega de pan que llevan, son de Lima
Desde que habíamos salido del camino real,
abajo, vía plana que seguía a pueblos vecinos
miraba el canto del pueblo nuestro, casi cerca,
solamente veía unas cuantas casas pequeñas
y en su faldero corrales cercado de piedras
la plaza, la iglesia, sobre la meseta no se veía
Las chipias -especie de gorrión- saludaban
desde la fila de eucaliptos y molles que sobraba,
hacia el lado derecho, ensenada de sembrados
El camino cortaba las chacras en varias partes,
rastrillada entre cañas altas de maíz maduro;
zigzagueaba y en los cercos se levantaba
en hendiduras chatas del sol nos cubría,
ya no se veía el pueblo; y, repentinamente,
saliendo de la peana a un moño, ¡Un molino!
Ojos de niño asombrado ver edificio grande
aspas agitándose por el viento
Sabia por mi libro qué era esa cosa
Interrumpí a mi padre que estaba señalando
la chacra de maíz que pertenecía a su suegra
a quién por primera vez estaba, yo, visitando
Dijo: Es un molino, ahí la cebada machacan
y de la harina molida, máchica preparan
- Qué es máchica , pregunté (voz nueva para mí)
- La máchica, ya te dije, es harina de cebada
se come con leche, cancha y queso se acompaña
Así toman desayuno lo niños en esta tierra
Y agregó: Tu abuela ahora te va preparar
Pero aún no llegábamos al molino
estaba en el declive del pueblo,
parecía cerca, pero no era tanto así
Seguíamos ascendiendo penosamente
por el camino desnivelado
A veces las aspas no se veían, luego sí,
movidos por el viento que re circulaba la hollada
viento sin poder sortear al cerro Macaya, volvía
o, tal vez, ahogaba la ensenada antes de remontar
Cuando llegamos, imponente molino no parecía
Troncocónica base circular, estructura de adobe
como casquete un madero adosado a las aspas
por el lado opuesto unido a un gobierno movible
El molinero no estaba y abierta la puerta estaba
Subimos la escalerilla, papá conocía y me ilustraba:
En una mezanine recibía por una manga la molienda
de la volandera, un tramo arriba unido a un eje
llamado linterna e iba a la catalina, rueda horizontal,
yustapuesto al tambor de piedra, casi vertical,
pegado al madero que unía a las astas
transformaba así energía eólica en mecánica
Saliendo del molino había una canaleta de agua
que recibía el molino del riachuelo
granos y películas de cebada había esparcido
*
Ahora podía ver el estiércol de los corrales
sombra de fila de casas hacia la pendiente
No era unas cuantas como yo pensaba
En la portada, recostada al fondo, llegamos
en la dovela semicircular de ingreso había
inscripción grande que rezaba Bienvenidos
apostados a dos pilares, dos urnas, frente a frente
donde los santos mayores del pueblo nos acogían
Almunia de wallallumas (1) armonizaba la portada
Ya en el pueblo llegué corriendo hacia la plaza
mi padre me apuraba ágil, fuerte, lleno de vida
¡Vamos hijo! ¡Vamos a tomar leche con máchica!
¡Además cancha y queso!¡La abuela nos espera!
(1)
flores del lugar
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