viernes, 23 de septiembre de 2011

El molino

Salía de un cerro atestado de casas en Lima
y, ora, escalaba otro cerro pero en la  sierra
totalmente diferente, veíase trigales, maizales
Tableros cortos, largos, un manto de colores
hasta donde la vista alcanzaba, sitiada por
la cresta azulada y desnuda del alcor

Este  llamado Macaya señaló mi padre
Como una madre en su regazo a su crío cobijaba
siembras, trillos y  pueblo, hacia donde subíamos
falda: libro abierto  por la mitad se  escindía
tajo profundo: el cauce del riachuelo jaraneaba
como timbal contra las piedras estrepitaba
Bullanguero el riachuelo, grande se creía
seguramente cuchicheaba con la arboleda
que en sus flancos, inmensos, le aireaba:
Suben por el sendero un padre con su hijo
por la talega de pan que llevan, son de Lima


Desde que habíamos salido del camino real,
abajo, vía plana  que seguía a pueblos vecinos
miraba el canto del pueblo nuestro, casi cerca,
solamente  veía unas cuantas casas pequeñas
y en su faldero corrales cercado de piedras
la plaza, la iglesia, sobre la meseta  no se veía

Las chipias -especie de gorrión- saludaban
desde la fila de eucaliptos y molles que sobraba,
hacia el  lado derecho, ensenada de sembrados

El camino cortaba las chacras en varias partes,
rastrillada entre cañas altas de maíz maduro;
zigzagueaba y en los cercos se levantaba
en hendiduras  chatas  del sol nos cubría,
ya no se veía el pueblo; y, repentinamente,
saliendo de la peana a un moño, ¡Un molino!

Ojos de niño  asombrado ver  edificio grande
aspas agitándose por el viento
Sabia por mi libro qué  era esa cosa
Interrumpí  a mi padre  que estaba señalando
la chacra de maíz que pertenecía a su suegra
a quién por primera vez estaba, yo,  visitando

Dijo: Es un molino, ahí la cebada  machacan
y de la harina molida,  máchica preparan
- Qué es máchica , pregunté (voz nueva para mí)
- La máchica, ya te dije, es harina de cebada
se come con leche, cancha y queso se acompaña
Así toman desayuno lo niños en esta tierra
Y agregó: Tu abuela ahora te va preparar

Pero aún no llegábamos al molino
estaba en el declive del pueblo,
 parecía cerca, pero no era tanto así
Seguíamos ascendiendo penosamente
por el camino desnivelado
 A veces las aspas no se veían, luego sí,
movidos por el viento que re circulaba  la hollada
viento sin poder sortear al cerro Macaya, volvía
o, tal vez, ahogaba la ensenada antes de remontar

Cuando llegamos, imponente  molino no parecía
Troncocónica base circular, estructura de adobe
como casquete un madero adosado a las aspas
por el lado opuesto unido a un gobierno movible
El molinero no estaba y abierta la puerta estaba
Subimos la escalerilla, papá conocía y me ilustraba:

En una mezanine recibía por una manga la molienda
de la volandera, un tramo  arriba unido a un eje
llamado linterna e iba  a la catalina, rueda horizontal,
yustapuesto al tambor de piedra, casi vertical,
pegado al  madero que unía a las astas
transformaba así energía eólica en mecánica

Saliendo del molino había una canaleta de agua
que recibía el  molino  del riachuelo
granos y películas de cebada había esparcido
                                   *
Ahora podía ver  el estiércol de los corrales
sombra de fila de casas hacia la pendiente
No era unas cuantas como yo pensaba

En la portada, recostada al fondo, llegamos
en la dovela semicircular de ingreso había
inscripción  grande que rezaba Bienvenidos
apostados a dos pilares, dos urnas, frente a frente
donde los santos mayores del pueblo nos acogían
Almunia de wallallumas (1) armonizaba la portada

Ya en el pueblo llegué corriendo hacia la plaza
mi padre me apuraba ágil, fuerte, lleno de vida
¡Vamos  hijo! ¡Vamos a tomar leche con  máchica!
¡Además cancha y queso!¡La abuela nos espera!
(1) flores del lugar

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