lunes, 30 de enero de 2017

SAN VICENTE DE PAÚL 22


Por eso días un integrante más en la casa
Tenía pies pero no era la de un hombre
Daba de comer pero no salía al trabajo
¡Una mesa!, enorme, larga,  de cedro
Emplearon tres horas  meterla a casa
Demasiado grande para tres personitas
-mejor dicho para dos y medio-
Usada pero estaba en buen estado

Mi tío ebanista lo regaló a su hermana
-había notado  no teníamos una buena-
Dijo que su cliente no venía a recogerla
y que al espacio de su taller ya no cabía
-esto creo  era un discurso preparado
Para no herir a la hermana a quien quería-
¡Yo de albricias!, tendría donde  travesear
Bajo su tabla tienda de campaña haría

También por esos días una grata noticia
Mi abuela que se había ido a la sierra
Volvía con su esposo a radicar en Lima
En una casa contigua previo adquirida
Trayendo a mi hermana menor, ¡yupi!
Que no recordaba mucho cuando nena
Ora tenía seis años ¡agraciados añitos!
El próximo año me seguiría a la escuela

Vivía con los abuelos en la sierra ¡vamos!
Por motivos de aligerar nuestra carga

Tal vez sería por carecer de juguetes
Nos permitían jugar sobre la mesa
Exprofeso papá traía  cajas vacías*
Que hacíamos con ellas un conducto
A lo largo de la mesa empalmándola
una a otra  como si fuera un trencito
__
* corrugadas incluso tenía unos orificios que servía de ventilación o para mirar hacia afuera cuando por adentro nos metíamos .


***                            

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