Por eso días un integrante más en la casa
Tenía pies pero no era la de un hombre
Daba de comer pero no salía al trabajo
¡Una mesa!, enorme, larga, de cedro
Emplearon tres horas meterla a casa
Demasiado grande para tres personitas
-mejor dicho para dos y medio-
Usada pero estaba en buen estado
Mi tío ebanista lo regaló a su hermana
-había notado no teníamos una buena-
Dijo que su cliente no venía a recogerla
y que al espacio de su taller ya no cabía
-esto creo era un
discurso preparado
Para no herir a la hermana a quien quería-
¡Yo de albricias!, tendría donde travesear
Bajo su tabla tienda de campaña haría
También por esos días una grata noticia
Mi abuela que se había ido a la sierra
Volvía con su esposo a radicar en Lima
En una casa contigua previo adquirida
Trayendo a mi hermana menor, ¡yupi!
Que no recordaba mucho cuando nena
Ora tenía seis años ¡agraciados añitos!
El próximo año me seguiría a la escuela
Vivía con los abuelos en la sierra ¡vamos!
Por motivos de aligerar nuestra carga
Tal vez sería por carecer de
juguetes
Nos permitían jugar sobre la mesa
Exprofeso papá traía cajas vacías*
Que hacíamos con ellas un conducto
A lo largo de la mesa empalmándola
una a otra como
si fuera un trencito
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* corrugadas incluso tenía unos orificios que servía
de ventilación o para mirar hacia afuera cuando por adentro nos metíamos .
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