sábado, 21 de enero de 2017

SAN VICENTE DE PAÚL 13


Pero no es tanto eso lo que iba decir
Sino que en esos días de franco
que no iba a la escuela hasta que
Me sacaran los puntos de la frente
-Mientras papás se iban a trabajar-

Quedaba  solo en casa y me nacía
mustio el pensar -sobre todo cuando
se tiene los padres ausentes,  hasta
que llegaran me parecía día inmenso-
pues empezaba el jaleo por mi perro:

De los tantos perros que he tenido
mi recuerdo está en uno sólo, Coki:
albinegro, parecido a un fox terrier:
Hocico largo, orejas negras, -bruñía-
Ni grande ni chico, suave pelo corto

Un muro de balcón fungía en el patio
Metro y medio sobre el nivel de la calle
De ese muro Coki avistaba  La pampa
que yo cruzaba antes de ascenderle
Torciendo dispareja escalera yo subía

Coki al verme agitaba cola y saltaba
Zigzag  camino abajo a darme alcance
Armaba tal alboroto  revoloteando redor
Que subía pedante después de la revuelta
Más altanero de todos los perrunos se creía

Por esos años, urbanizaron San Cayetano
Más  allá de la pampa, más allá del colegio,
Cruzando las primeras calles de Riva Agüero
-Habilitado- tenía veredas  pista de cemento
Sus postes de luz reverberaban hasta el cerro

La venta de sus lotes demoró  buen tiempo
Mis barrios altos no tenían mucho dinero,
Determinismo, preferían seguir en el cerro
Pero a nos esa habilitación aprovechábamos
Asfalto libre alumbrado público teníamos:
!
Jugando al fulbito con amigos de mi niñez
Los Aparicio, Cheto  hasta media noche
De pronto un látigo blandeaba mis piernas
Era mamá y mi perro Coki de adose que
interponíase y su falda le mordisqueaba

Soltaba el látigo mamá que yo aprovechaba,
Corría, mi perro por un lado yo por otro
Libre, ganaba llegar a casa y pedía a papá,
me valga, a cambio no salir más de noche
-cosa que traía entredichos con mi madre-
__
Av. Riva Agüero
                               

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