Lo cantaban efusivos, frente en alto
Que nos parecía a nosotros, los nuevos,
Más altos de lo que en verdad eran
Parecían alumnos de excelsa calidad
Prefería -pensaba- me matricularan
en la fiscal más cercana a mi casa*
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*colegio 581 cdra. 2 Riva Agüero El Agustino
Papá antes de irse al verme triste me llamó
Me dijo: Hijo, hoy me siento orgulloso de ti
Emprendes a tu vida un camino fecundo
Algo
que agradecerás tiempo después
Y que hoy todavía no le das real valía
Pues te diré, hoy no voy a ir a trabajar
Ten presente que estaré cerca de ti
En la puerta desde las doce esperaré
He esperado este día con efusión ¡Ah!
¡Mi primer hijo, su primer día de clase!
Y lo dijo como si se avivara dentro de él
Una alegría que le encandilaba la piel
Nos tomaremos una foto al salir –agregó-
Mientras, una herramienta compraré
Por aquí cerca, por las inmediaciones
para hacer en la tarde una tarea casera
Tu mamá un ceviche te preparará
con tallarín que te gusta bastante
Ten presente estaré muy cerca de ti
En la puerta desde las doce esperaré
Repentinamente sentí ganas de llorar
al ver que sor Antonieta reprochaba
a otro niño
destrabado en gimotear
Dijo: ¡Aquí los hombres como tú no lloran!
Los grandes –los señaló- de ti se reirían
Hice tripa corazón y volví a mi banco
y papá –yendo- no dejaba agitar su brazo
hasta el paso que volteaba a la salida
Libre de papá volví a sentarme en el banco
Desprevenido tomé el banco más alto
Y los
de Primero me botaron al
centro
Y caía de
bruces sobre los pequeños
y me gritaron, ora, ¡Pauliche, pauliche!*
Entonces di la vuelta y vi la realidad
Cómo desternillaban a mi turbación
Hasta les di la razón por no saber cantar
__
*de párvulo
Luego, uno de los de mi grupo se levantó
Tenía un mechón
que le caía por los ojos
¡Qué pasa carajo con mi hermano!, mintió
Era alto, trigueño ¿Pasa algo? preguntó
Los niños mayores no le dijeron nada
Estuve a punto de llorar, me avergoncé
¡Cómo es que éste tenía coraje pa defender!
De esto mi padre no me había dicho nada
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