martes, 9 de diciembre de 2014

Saya y Manto: Las Tapadas (Un vistazo año 1838)


…En cuanto a lo físico y lo mental, las mujeres de Lima superan mucho a los hombres.
La naturaleza las ha dotado en abundancia con características excelentes. Son  de talla relativamente alta y son esbeltas, pero destacan por tener pies muy pequeños y bien formados. Su cara, a cuya  blancura el toque del trópico le arrebata la frescura floreciente, está avivada por los ojos grandes, oscuros y ardientes y por la nariz no muy pequeña pero bien formada, así como por la boca fina con sus pequeños dientes de una blancura radiante en filas muy regulares. Si a ellos se agrega la larga cabellera  negra que cae en dos o cuatro trenzas en la nuca, se tiene que concluir que la limeña tiene un aspecto orgulloso y noble y, al mismo tiempo, mantiene la atracción de  su amabilidad en alto grado.
En sus casas la dama suele estar vestida ligeramente y de modo algo descuidado, sobretodo durante el verano. Por lo general ni siquiera se cierran sus vestidos.
En sus visitas  y en el teatro aparecen vestidas a la francesa. En la calle y en paseo, en la iglesia, procesiones, etc., se sirven de un traje original típico de Lima, que se llama saya y manto.
Existen dos tipos de sayas. Una, la saya ajustada, que fue usada con frecuencia en tiempos anteriores, pero  se ve raras veces en la actualidad. Consiste de una falda  superior de seda pesada, cosida en innumerables pliegues de forma de tubos, lo que se estrechan y se juntan más hacia arriba. Cubre  desde la cintura hasta los tobillos y esta muy ajustada al cuerpo, de tal manera que enfatizan los contornos del cuerpo, en particular las caderas. Está muy ajustada también en la parte baja. Ya que aprieta las piernas, impide una caminata rápida y dificulta mucho los frecuentes movimiento de arrodillare y pararse en la iglesia…Por lo general el color de la saya es negro, verde, azul o canela.
El segundo tipo se llama saya culeca o saya desplegada. Solo en la cintura  está ajustada pero más abajo se abre como una crinolina.
El manto es un velo de seda  densa y negra, atado a la parte trasera de la correa con un cordel a la altura de al saya. De ahí cubre la espalda, los hombros y la cabeza. Hacia adelante se repliega  y se cierra ajustándolo en la frente , dejando solo un pequeño espacio triangular para el ojo, una chalina ricamente bordada cubre el pecho  y el vestido debajo de ésta, de modo que solamente se ven las mangas. Las manos graciosas están cubiertas por guantes  elegantes, una sostiene el velo y la otra, un pañuelo valioso…
Después de la oración,  a las seis y media de la tarde, se les prohíbe  a las mujeres por orden policía vestir sus sayas en las calles.  El velo que les cubre  la cara  es intocable, si un hombre tratara de levantarlo tendría que contar con  un castigo duro por parte de la plebe.
A veces se ve a una dama con una saya muy desgastada (que le presta una amiga), pero la chalina valiosa, su pañuelo finamente brocado, sus calcetines de seda y sus zapatos de satén señalan claramente que la tapada pertenece a una clase social  más alta y está involucrada en una aventura  amorosa... Resulta   difícil o casi imposible reconocer a una dama tapada. El único ojo visible no es una guía tan seguro…
La mayoría de los extranjeros que se casan con limeñas ponen como condición a sus esposa dejar de vestir saya y manto después de las  nupcias. Ellas aceptan esta condición…Algunos creen que su orden está cumplida al pie de la letra, pero, por regla, quedan como los engañados, ya que  las mujeres  acuden a más artificio para no  tener que renunciar por completo a una costumbre a la que están  adicta enteramente.



Del libro El Perú: Esbozos de viaje realizado entre 1838 y1842, autor suizo Johan Jakob von Tischada

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