Rina
Rima estaba trastornada con su iPhone 5 probando las herramientas nuevas cuando
su mamá le dice, ¡Caramba con esta mujer, no puede dejar ese aparato! ¿A qué
hora vas a traer el pavo!
-¡Ya
mamá, ya voy!
Sale
de la casa, lleva un cooler grande, toma un taxi y va a la avenida, seis
cuadras de la casa, a traer el bendito pavo, horneado en el fogón de la
panadería del barrio.
Es
de noche en la Noche Buena, noche de familia, noche en que los primos y
sobrinos aguardan la mejor cena del año.
- ¡Espérenme
un ratito, dice al taxista, para que me lleve de vuelta, voy a recoger el pavo!
Le dan
el pavo en el cooler y pide al empleado que lo lleve al auto y
Lo coloque
atrás y ella adelante junto al chofer.
Rina
Rima sigue probando su nuevo ipad, esta vez llama a su amiga en Estados Unidos.
-¿Luz
Lizarasu? ¡Hola, que tal amiga! ¡Soy
Rina Rima la que rima y se arrima! ¿Te
acuerdas? ¿De la universidad…?
Y conversan
efusivamente dos amigas separadas por la distancia y se cuentan sus cosas
-Servida
señorita, advierte al taxista, y detiene el carro
Paga,
se baja sin despegar el aparato
del oído conversando
¿Y
cómo es la navidad en New Hampshire, cuéntame?, mecánicamente Rina abre la reja
de la frontera de su casa. Al ruido del jalador de la chapa dentro de la sala
salen corriendo sus sobrinos hacia ella
Rina
se queda tiesa.
Parece que algo me olvidado, dice.
Da
la vuelta, no hay taxista, no hay cooler , no hay pavo
- Y
que pasó Rina, ¿por qué cambias de voz?
-¡Mi
pavo… se han llevado mi pavo!
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