Oquedad, piedra de ausencia
Tragar la misma saliva
acuosa
Como primer alimento del día
No pensó que eso le iba a pasar.
Parado una mañana
más, en la misma esquina
Calando de frío sus tobillos sin saber qué hacer
Envidia, pelusa
del alma, dentera picada en celos
Ve, como
otros trabajan o corren a sus labores
Uno, en su
furgoneta vendiendo balones de gas,
El canillita sus
periódicos vocea en el kiosco;
Con tolva
llena de naranjas ofrece el triciclero.
Se convierte en hombre de fuego y se incendia
Otros son los que se llenan los bolsillos, él mira
Y le roerá por
la noche el insomnio ruidifero
Oquedad, piedra de ausencia
La misma saliva acuosa tragar
Como primer alimento del día
No pensó que eso le iba a pasar.
Parado una mañana
más, en la misma esquina
Con las manos en los bolsillos ¡Y el saco no le abriga!
La mirada tiende
coadyuvar marchito su semblante
Como si
saliera a la mañana de un velatorio.
Son las
diez Ya es tarde para seguir buscando
Otra semana inútil
de colocaciones ¡No hay trabajo!
¿Qué le ven?¿Sus canas?¿Sus arrugas?¿Su traje?
y si hallara
cupo empezaría la siguiente semana ,
Y hoy viernes ¿qué lleva a su casa? ¡Maldita sea!
¡Haber tenido tienda con empleados y secretaria!
Oquedad, piedra de ausencia
La misma saliva acuosa tragar
Como primer alimento del día
No pensó que eso le iba a pasar.
Son las diez ¿Qué
hacer?¿Volver a casa y decir lo mismo?
¿Recibir denuestos
y reclamos?¿Amargarse otra vez?
Pasa una chica
por su vereda, bonito derrier,¿Un consuelo?
Y no tiene dos monedas
que trincar ¡Ni tener para un café!
Necesita treinta soles para mañana, otro tanto al domingo
¿A dónde ir a pedir
ahora? Amigos no hay ¿A Serengueti?
¡Ay!¿Cómo pedir
de nuevo si no ha devuelto lo anterior?
Cansado va, parece tuviera los riñones descolgados, y
Con pinzas
colgaran de su calzoncillo ¡Como jode el dolor!
Su centro de
gravedad, se da cuenta, está muy lejos de él.
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