La gente se gana la vida
de diferentes maneras, a veces de una forma peculiar: Un mozuelo, seguramente, por
paga mínima, diez o quince soles diario,
está en cuclillas a un costado de la autopista,
tiene a mano una pila de latas vacías de
aceite cuya capacidad es de 18 litros cada una. Cuando pasa un tráiler de
varios ejes el muchacho empuja una lata entre
las ruedas traseras para que sean achatadas, y, así manipula con las demás con otros camiones que vienen detrás.
Terminado la labor va a la chatarrería a
pesarlo en la balanza, y trae otro lote.
Otro, se gana la vida
echándose todo el día en el colchón ¿Cómo es eso?, preguntaría alguien. Se echa sobre el jergón para que su compañero
de la fábrica cosa con la máquina los
bordes.
Otro , lleva un cartel sobre su pecho y sobre su espalda engarzado con tiras sobre sus
hombros tal que parece un chaleco donde está escrito lo insecticidas que vende: veneno
para rata y pericotes, para moscas , para hormigas , para arañas, naftalina
para polillas, DDT para las pulgas, baygón para las cucarachas…Carga de un
brazo un maletín grande, de eso que usan los médicos cuando hacen visitas domiciliarias, en sus compartimientos en forma ordenada guarda a granel otros venenos e insecticidas, en el otro brazo
cuelga los mismos pero en otra presentación en tiras de saché de dosis más pequeñas
Le pedí naftalina para inspeccionarlo mejor y buscarle
conversacin, antes, aparta de una bolsa grande con una cuchara unas cuantas bolas blancas azufradas del
veneno (web) y trasvasa a una bolsa pequeña. Es un hombre aproximado de 60 años, avejentado, cabello
entrecano, enmarado, casi le cubre la frente estrecha, tez clara; lo que se huele de inmediato al acercarse a él
es un tufillo a insecticidas , es, como
un halo que le envolviera, tiene por
ello la nariz como ampollas color rosa. Dudo que una mosca se pose en él.
-¿Y como va el negocio? pregunto
-¡Ahí!, solo para el té, dice, pero
no me quejo, no tengo competencia, camino por donde quiero ¿Usted ve otro como
yo?
-No, sin duda.
-¡Fíjese lo que es la vida! Yo he
trabajado treinta años en Fitoquímica, liquidaron la empresa y con lo poco que me dieron, y, como no sabía otra cosa que hacer que no
sea vender insecticidas me puse a vender,
lo mismo, pero ahora caminando. Tengo 15 años en la calles…
Oficios y oficios para no estar
misios
Oficios y oficios para muchos
servicios
Me hace recordar otro oficio que me engatusaron a mí un par
de veces. La década del ochenta un muchacho tendía cables por las calles para
enlazar intercomunicadores, en ese tiempo, aun no había celulares y tener dos teléfonos fijo de la CPT (Compañía Peruana de teléfono)no te
daban o costaba un ojo de la cara, entonces, el comerciante que tenia un taller
o un negocio y su deposito o anexo a una cuadra
compraba esos intercomunicadores japoneses en Matusita y buscaba alguien que los
tendiera por lo techos. Este muchacho que conseguí le llamaba Diablo. Hacia el trabajo, quedaba bien. Pero cuando le faltaba
dinero malograba el cable en un lugar
que él sabía y luego pasaba por el
cliente, saludaba y preguntaba ¿Todo bien?
Entonces le pedían el mantenimiento porque fallaba y por eso otra vez cobraba.
Era, pues, un diablo.
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