domingo, 21 de diciembre de 2014

No hay escaveche


A veces viajo en carro de un distrito a otro para ir a un restaurante favorito. No me gusta probar en otro. Como  sucedió aquél día sábado  por la mañana qué, ansiando mi desayuno especial en la av. Grau me  di de cara con el restaurante  cerrado. Qué raro, nunca cierran, me pregunté. No había ningún letrero de aviso pero si oí combazos en su interior. Están refaccionando pensé y le di un mes de plazo  para volver.
Y volví. En efecto, han cambiando Pero ¡horror!  A pesar que el mobiliario es nuevo parece el ambiente para  una juguería, sillas endebles que  no va soportar mi peso, mesas pequeñas que no se puede tender el periódico.  Han eliminado el moblaje anterior que era serio y espacioso los asientos,  con espaldar, tenía la  mesa amplia incluso para colocar  un florero, y espejo en la pared. ¿No saben que una de las pocas cosas que me alegra la vida es coexistir con mis gustos adquiridos? ¿No saben cuántos he desechado  para escoger este restaurante?¿Qué derecho tienen hacer cambios sin mi consulta? Me exasperé. Lo han hecho, sin duda, por aumentar las mesas ya que el antiguo restaurant tenía acogida, e, incluso, han quitado la cocina del fondo y lo han subido al segundo piso.
Han debido estrenarlo hace poco porque el restaurant - cerca al Hospital Almenara-  está casi vacio; o, ¿habrán cambiado de dueño? Me fijo en los empleados y son los mismos aunque al chino  (decimos chino a todo oriental,  pero en realidad era un nisei ) no lo veo  cobrando en la caja. De repente el local lo han traspasado con todos sus  empleados a otro dueño.   ¡Vamos a probar la  comida!
-¡Por favor, un escabeche de pescado, poca cebolla, un camote grande, café y dos panes!
-No tenemos escabeche.
-¿Cómo? ¿No es el mismo dueño anterior? Siempre preparaban aquí
-Es el mismo dueño pero hoy no hemos preparado escabeche.
-Yo he venido desde lejos, reclamo, por ese plato.
-Si pero, hoy día no hemos preparado ¿Alguna otra cosa?
Bueno, en fin, pedí un combinado aunque eso es pesado para mi pero los ácidos  pedían pronto comer.
Me pongo a pensar mientras me sirven, ¿Capaz el cocinero, como yo, no le gustó el cambio y menos subir al segundo piso por lo que se ha ido?, y si es así tendré el trabajo de busca otra fonda que me guste como yo quiero.

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