miércoles, 24 de diciembre de 2014

La felicidad es un tránsito…



 En si, la fiesta no me importa mucho  Cuando  tenía  mis hijos niños
Era un afán el último mes comprarle su ropa sus juguetes y las cosas necesarias para la noche buena
El día veinticinco estaba extenuado, echado en el mueble mirándoles estrenar sus juguetes

El preámbulo: El gentío que se desvive comprando o vendiendo, yendo o volviendo de los centros comerciales por hacer mejor la fiesta de acuerdo a sus posibilidades…
Las calles llenas engalanadas con sus mejores atavíos
Los novios que escogen las primeras semanas de diciembre para contraer matrimonio, llenas todas la iglesias de Lima,  ver los invitados rebozar de galanura expectantes de las carcochitas  blancas , limosinas, o un carruaje  de tiro a caballos en los atrios,…

Los días previos de diciembre me gustan  y no tanto la misma fecha

¿No se han dado cuenta que esos días corren más rápido?
¿No es que le vecino, el empleador, el cliente, el amigo te detiene y te abre los brazos y te desea una feliz navidad?

Pienso que la Navidad debiera ser como la felicidad
A ésta nunca se le alcanza pleno pero algo se la sorbe cuando se está en tránsito

Si uno tiene la suerte  bullese la noche buena en su casa debiera hacer  un alto, intuir que en la casa del vecino no es así, faltará un integrante a la mesa servida que no ha venido, o no vendrá más, o los hijos  se preguntarán ¿por que no están mis padres juntos en esta noche buena?¡qué bonito seria que le invitemos a la casa nuestra!
O, entrever que en esos cerros tutelares que rodean Lima hay muchos niños que les faltara una tajada de pan de fiesta con su jarro de chocolate…

Olvidaba decir, yo no sirvo para  fiestas, no  debiera estar malogrando la noche con mi pesimismo, en todo caso, quería saludarles y decirles que la   navidad para mi  no es el burrito ni los reyes mayos alrededor del niño, ni los juguetes apostados cerca de él, ni las bombardas que se ven de las azoteas  sino debe ser el amor, el buen corazón, la solidaridad (sobre todo honestidad de los que llevan la rienda) y que siempre debe perdurar entre todos.
¡Feliz navidad!

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