-Necesito doce voluntarios. Cada uno va a llevar una rosa, cuando
aterricemos.
Varias personas levantaron la mano. Yo también, pero no fui elegido.
De todas maneras, decidí acompañar al grupo. Bajamos, el joven señaló a
una muchacha que se encontraba en el vestíbulo del aeropuerto de O´ Hare.
Uno a uno, los pasajeros le fueron entregando las rosas a la chica. Al final,
el joven le pidió, frente a todo el mundo, que se casara con él, y ella aceptó.
Un auxiliar de vuelo comentó: desde que trabajo aquí, esto es lo más
romántico que he visto en este aeropuerto.
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