Concédeme, señor, que reparta el verdadero amor por el
mundo.
Haz que, a
través de mi y de tus hijos, tu amor penetre un poco en todos los ambientes, en
todas las sociedades, en los sistemas económicos y políticos, en todas las
leyes, en todos los contratos, en los reglamentos.Haz que penetre en los despachos, las fábricas, los barrios, las casas, los cines, los bailes.
Haz que penetre en los corazones de los hombres y que yo jamás me olvide de que la lucha por un mundo mejor es una lucha de amor, al servicio del amor.
Ayúdame a amar, señor, a no malgastar mi torrente de amor, a amarme cada vez menos para amar cada vez más a los otros. Y que en torno mío nadie sufra o muera, por haberle robado yo el amor que a él le hacía falta para seguir viviendo.
Pero si tú lo quieres, hijo, yo te daré mi vida, tómala en ti, te doy mi corazón, os lo doy a mis hijos.
Ama con mi corazón, pequeño mío, y todos juntos saciareis al mundo y le salvareis.
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