Aquel pequeño mosquito
Pensó que el pabellón de mi oreja
Era mirador de donde se podía
divisar
Pero ágil al sacudirlo con mi dedo se incrustó dentro
Ahora me molestan los pataleos de su agonía
Quebrado sus alas, trozado su corazón…
Así era ella conmigo, tenía un genio raro y bravo
Su boquita fácil de mancillar,
herir
Y encima se molestaba
Cuando yo me quejaba.
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