domingo, 2 de noviembre de 2014

El Volkswagen


 Aficionado a la mecánica, enamorado de su Volkswagen
Vecino  al orador fúnebre tenía éste una hermana loca
Aquél la conoció desde niña  guardábale  caritativo afecto
Era, además, la muchacha, sorda y muda  
Solía  ir a la campiña  cazar mariposas perseguir conejos,
Desprender flores aspirar bailar sobre la pradera arrebolada.

Una tarde mientras  paseaba  la ribera del ejido
Tres protervos personajes viajaban en un auto rojo y la vieron
Sola, dando brincos, palmadas atrás delante de su lozano cuerpo
Estaba apetecible, se miraron asintieron detuvieron el carro
Apeánse  la siguen, corre ella, la atrapan, la suben al auto
Maltrátenla y acaban abusándola entre  los matorrales
Magullada, sangrando llega al taller en busca de su hermano.

Ambos, mecánico y hermano al punto comprenden lo acontecido
¿Quién? ¿Quiénes han sido?, preguntan. Ella señala tres dedos
¿Cómo? ¿Dónde? Ella señala un auto rojo parecido a uno del taller
Deducen: Son transeúntes, no del pueblo,  de aquí no lo harían
Deben estar en el bar, la única del pueblo donde además es grifo
¡Actuar rápido!, opina el mecánico  que lleva el pecho hecho de furia
Mientras el otro la lleva a casa  el mecánico toma una pata de cabra
Llega al bar  Ve  en la puerta el auto rojo  A los tres en una mesa
Sin darles tiempo a defensa golpea sobre sus cabezas y mata a los tres.

Cumplido la venganza, sabiendo la justicia lo busca ruega al orador:
Si algo me pasa entiérrame con mi wolkswagen mi panegírico lo dirás
Sin dar tiempo a reñir, huye; más tarde, muerto lo hallan en un abismo
El pequeño pueblo conmocionado, lo recoge, lo vela y lo entierran
Cavando una fosa grande para su auto, dentro él, como así lo quería.
Y el orador fúnebre recita su más dolida alabanza a su mejor amigo.
Y la muchacha alrededor de la sepultura deshoja corolas de una rosa.

 
Escena de la película De fosa en Fosa

 

 

 

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