viernes, 25 de julio de 2014

Taxidermista


< Soy taxidermista, o sea, doy a un cuerpo inerte de un animal la apariencia de vida eterna,  cabeza de venado, jabalíes, etc. Esta afición  me nació acompañando a mis padres cuando se iba con sus amigos de caza. Cuando adolecente casé el primer venado e intenté disecarla pero luego la piel del animal empezó a llenarse de gusanos. Pero después, consultando los taxidermistas locales que, buenos, son escasos y luego  ir a los EEUU donde sí es una profesión arraigada pude conocer y  practicar el oficio y establecer algunas reglas:
La hembra no se caza, no tiene cuernos. El tiro del disparo tiene que ir directo al corazón, nunca a la cabeza.
La máquina desbastadora de piel solo sirve para adelgazarla, este proceso se realiza antes de colocarla en el molde.
El tiempo requerido para disecar un animal es de 15 días, después de muerto. Apenas llega al taller la piel se tiene que curtir con sal y alumbre. Se  guarda en el congelador y cuando está totalmente blanda es momento de trabajarla. Luego de tomar las medidas se diseña un molde hecho con poliuretano o fibra de vidrio. Se usa un pegamento y la piel va encima. Cocerla es toda una técnica.
Si se tata de un venado o ciervo, el primer paso es la colocación de los cuernos. Los ojos se hacen de vidrio, la lengua y los dientes son artificiales.
Cada ejemplar oscila entre 300 y 400 dólares pero si es un puma está en 600 dólares, en el país…>

 
Diario La República/Lima

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