¡Maldita norma!, habrá pensado Julio Gagó, congresista
dueño de la marca que comercializaba copiadoras marca Jaamsa y con la que
pensaba hacer el negocio de su vida vendiendo
al estado.
¿Cómo sacarle la vuelta a la ley? Pues repartiendo a
los trabajadores de Jaamsa en planillas de diversos rótulos empresariales: Copy
Depot SA, Digital Copier, Nuevo Mundo Alternativo, Márgenes Discrecionales,
entre otras, disfrazando a sus allegados de representante legales de tales
compañías y facturando al estado a nombre de una de ellas, la elegida fue Copy
Depot SA Para todos los efectos una
empresa distribuidora supuestamente independiente de Jaamsa.Así, de vender al estado en 2010 por 4.650 soles en el 2013 pasó a facturarle 8.5 millones de soles.
Esto es solo una perla, de las varias, de cómo funciona el congreso en este país.
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