martes, 8 de julio de 2014

El fenicio Gagó

La Ley de Contrataciones del Estado (del Perú) señalaba que no podían contratar con el estado las personas jurídicas  en las que un congresista o sus hermanos  tengan o hayan tenido una participación superior al 5% del capital o patrimonio social, así como las persona jurídicas en las que un congresista o sus hermanos sean apoderados, representantes legales, o integrantes de los órganos de administración.

¡Maldita norma!, habrá pensado Julio Gagó, congresista dueño de la marca que comercializaba copiadoras marca Jaamsa y con la que pensaba hacer el negocio de su vida vendiendo   al estado.
¿Cómo sacarle la vuelta a la ley? Pues repartiendo a los trabajadores de Jaamsa en planillas de diversos rótulos empresariales: Copy Depot SA, Digital Copier, Nuevo Mundo Alternativo, Márgenes Discrecionales, entre otras, disfrazando a sus allegados de representante legales de tales compañías y facturando al estado a nombre de una de ellas, la elegida fue Copy Depot SA  Para todos los efectos una empresa distribuidora supuestamente independiente de Jaamsa.

Así, de vender al estado en 2010 por 4.650 soles en el 2013 pasó a facturarle 8.5  millones de soles.
Esto es solo una perla, de las varias, de cómo funciona el congreso en este país.

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