martes, 8 de julio de 2014

Ambrose Bierce


Ambrose Bierce, autor de Diccionario del Diablo, de muchas columnas periodísticas, y de varios relatos, entre ellos, Incidente  en el Puente del Búho, tuvo una vida llena de aventuras que coronó con una muerte que se convirtió en legendaria.
A fines de 1913 o a comienzos de 1914 decidió cruzar la frontera y entrar en México en plena Revolución. Algunos han afirmado que se unió al ejército de Pancho Villa y otros biógrafos lo han desmentido. El hecho es que nunca más  se supo de él. Su vida había sido bastante desdichada pero, como todo escritor, se aprovechó de ella como una fuente para sus obras. Originario de Ohio, tuvo catorce hermanos. Sus excéntricos padres le dieron a todos sus hijos nombres que empezaban con la letra A. Abigail, Anne, Augustus, Aurelio, etc. Muy joven,  Ambrose se alistó  en el ejército de la Unión,  en la Guerra Civil. Llegó a tener  el grado de teniente y peleó en una de las batallas más sangrientas, la de Shiloh, lo que le dejaría  heridas psicológicas  para el resto de su vida. Su matrimonio con Mary Ellen Day sería en cierto modo una prolongación de la guerra. Tuvo tres hijos , dos de los cuales murieron jóvenes, uno de ellos consumido por le alcoholismo. Luego de descubrir las cartas de un admirador a su mujer, Bierce iba a divorciarse. Dedicado al periodismo en San Francisco, fue absorbido en  por el grupo de Randolph Hearst y llegó a tener  un influencia  importante con sus columnas.
Incidente en el Puente del Búho es leído hoy, aun, en infinidad de clases y talleres literarios como un ejemplo de las astucias de un narrador que manipula los cambios de realidad en sus protagonistas. Es un texto ingenioso y a la vez dramático. A lo largo de sus artículos, esta mezcla de ingenio  y dramatismo, impregnado de humor, es una marca personal. Puede comprobarse en algunas de las frases que nos dejo:

La guerra es el método que dios invento para enseñarle geografía a los norteamericanos.
El amor es una locura temporal cuyo remedio es el matrimonio
La amabilidad es la forma de la hipocresía  más aceptable

Pero el hecho central de su vida, y acaso  de su obra, es su muerte, es decir su ingreso a México en tiempo de la Revolución. En su última carta escribía a un amigo. Adiós, si oyes que he sido  colocado contra un muro de piedra mexicano y me han fusilado hasta convertirme en harapos, por favor, entiende que yo pienso que es una manera muy buena de salir de esta vida. Supera a la ancianidad, a la enfermedad, o a la caída por las escaleras de la bodega. Ser un gringo en México. Ah, eso si es eutanasia.

Una de las versiones de su muerte señala la fecha de enero de 1914 en el sitio de Ojinaga. La razón es que un registro de la batalla consigna la muerte de un gringo viejo por fusilamiento en el cementerio. Carlos Fuentes tomó ese título para una novela. Lovecraft se refiere al tema en El que acecha en la oscuridad. Otros libros y películas han abordado episodios de su vida. Pero el misterio y la leyenda de su muerte continúan. Igual que muchas frases  escritas con el mismo coraje.

 Recogido de un articulo de Alfonso Cueto, escritor peruano.

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